Entrevista con Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid

La Feria del Libro de Madrid no es solo un evento literario, "es un pueblo mágico que aparece, pero no un día cada cien años, sino todos los años durante 17 días" . En su edición número 84, hablamos con Eva Orúe, directora del evento y apasionada defensora de la lectura como experiencia compartida. A través de su mirada, descubrimos qué hace mágica a esta cita imprescindible para lectores, autores y libreros.

Eva Orúe nos invita a entender la Feria como una celebración colectiva del libro. Una fiesta que reúne a toda la cadena editorial y que, año tras año, consigue que millones de lectores conecten con las historias que los acompañarán mucho después del cierre de las casetas.

Si tuvieras que explicar qué es la Feria del Libro de Madrid a alguien que todavía no ha tenido el placer de vivirla, ¿cómo lo harías?

Imagina que construimos, en un parque histórico, en un jardín bellísimo, un pueblo efímero. Ponemos casetas, pabellones, ponemos bares, y baños, y un banco, y antenas de telefonía… Ponemos todo eso y 2 millones de volúmenes. Y convocamos a las gentes del libro para que entablen conversación con los lectores, les convenzan de las bondades de un título, hagan posible que los autores conozcan a quienes, leyéndolos, completan sus libros… La Feria es un Brigadoon, un pueblo mágico que aparece, pero no un día cada cien años, sino todos los años (desde hace casi 100) durante 17 días.

Como lectora, asistente y directora de la misma: ¿qué es para ti la Feria?

Una fiesta, nos reunimos para celebrar algo, en este caso el libro y a quienes lo hacen posible: escritores, correctores, traductores, editores, distribuidores y libreros, que son sus titulares.  La Feria, como buena fiesta, es diversión y regocijo.

La lectura se considera muchas veces como una actividad solitaria y de refugio, pero si miramos atrás a las 83 ediciones de la Feria del Libro de Madrid, el adjetivo “solitario” deja de tener sentido, ¿no crees?

¡Somos un evento libresco, comercial y masivo! Bien es cierto que a El Retiro no vienes a leer, sino a llenar la mochila de lecturas, pero sí compartes mucho: la elección de un título, por ejemplo. Pero cada uno vive la lectura como quiere, para mí es una experiencia solitaria, para otros una compartida. Me corrijo: hay gente que sí viene a leer, porque no espera a llegar a casa y aprovecha el Parque para sumergirse en los libros adquiridos...

¿Nos contarías una anécdota de estos años como directora de la Feria del Libro de Madrid?

Me notificaron mi nombramiento día del cumpleaños de mi mujer e inauguré mi primera Feria el día de mi 60º cumpleaños. Como anécdota no te dejará sin aliento, pero no me digas que no es algo parecido a una señal.

Las semanas de Feria son uno de esos preciados momentos en los que el eje autor-librero-lector se encuentra reunido en un mismo espacio y tiempo. ¿Sería exagerado utilizar la palabra “mágica” para definir esta conexión entre fuerzas lectoras?

Creo que no. Hay quien dice: “Bueno, tampoco da para tanto, ¿cuánto tiempo puede dedicar un escritor a un lector?”. Pues sí, a veces, muy poco, pero para el lector es inolvidable y al autor (y al librero, y al editor) le proporciona información (sobre cómo recibe la gente su trabajo) que de otra manera no podría obtener.

Ferias de libros, festivales, clubs de lectura, presentaciones de libros y, ahora más recientemente, las “Reading Parties”. ¿Podemos decir que “leer es una fiesta”?

Lo es. Para muchos, una fiesta privada, pero, cada día más, una fiesta a la que podemos invitar a otros para compartir la experiencia que un libro proporciona. Dicen que los libros no quedan completos hasta que no se leen, pues bien, en ferias, festivales, clubes, presentaciones y reading parties los lectores «terminan» en compañía los libros que alguien escribió para ellos. Y, al compartir la experiencia, aún pueden darle una vuelta de tuerca más: ¿cuántas veces has descubierto, porque alguien te lo ha dicho, un aspecto, un detalle de una obra que te pasó inadvertido en la lectura?

Decías en una entrevista que los niños y los adolescentes son grandes lectores, y que el problema está en conseguir que no se olviden los libros a partir de determinada edad. ¿De qué maneras trabaja la Feria del Libro por este fin?

Entre los objetivos de la Feria está promocionar la lectura y la escritura, que no son sino las dos caras de la misma moneda. Trabajamos en ello colaborando en el concurso “Los Pequeños Gigantes de la Lectura”, organizando talleres y actividades para colegios o familias, trayendo a la Feria a los autores que les gustan y ofreciéndoles un ambiente en el que se encuentran cómodos.

¿Qué beneficios sobre los hábitos y la cultura literaria crees que tiene el auge de plataformas y sectores como ‘BookTok’?

A ver si sirve de explicación: hemos detectado que jóvenes que, a lo largo del año, acuden solos a las librerías e incluso compran sus libros on line, en Feria quedan para hacer de la compra de libro algo más que una adquisición. Hay algo que sucede más allá de la lectura, en sitios virtuales o físicos donde los lectores se encuentran con sus semejantes, y ese tener un lugar al que acudir ofrece ventajas que esponjan la lectura y nos mejoran como lectores. Cultivar esos sitios, mejorar la Feria, es contribuir a mejorar el medioambiente del que todos nos sentimos parte.

BookTok, podcasts literarios… ¡La Feria del Libro de Madrid está al día de todas las tendencias del mundo del libro!

Un evento como este no puede ser ajeno a todo lo que se cuece en un mundo amplio, variado y bullicioso como el mundo del libro.

¿Un deseo para esta 84ª edición de la Feria del Libro de Madrid? 

¿Solo uno? Que salga como imaginamos. Ese es un deseo que contiene muchos: que, si llueve, no sea mucho; que, si hace calor, no agobie; que mejoremos nuestra relación con El Retiro, una joya que debemos cuidar; que vengan los lectores en la confianza de que encontrarán los libros que buscan y a los autores que les deleitan. Y que se repita el milagro que viene produciéndose cada edición desde hace más de 80.